Se identificaron genes que predisponen a ciertas personas a comer demasiado
La identificación de seis nuevos factores de riesgo genético con impacto en el cerebro y que predisponen a la obesidad sugiere que los genes están programados para comer demasiado, según un estudio que acaba de ser publicado por el sitio internet de la revista Nature Genetics."Es significativo que cinco de los seis nuevos genes tienen un impacto en el cerebro ya que eso sugiere que los genes podrían estar sencillamente programados para comer demasiado", señaló Cristen Willer, la científica de la universidad de Michigan (EEUU) que firma en primer lugar el estudio.La Dra. Willer indicó que "ese hallazgo sugiere que la gente simplemente puede estar programada para comer en exceso. Pero en ocasiones, una mutación en genes activos en la región del hipotálamo puede tener consecuencias dramáticas en el aumento de peso".Este último trabajo de investigación identificó seis nuevas mutaciones genéticas y se realizó sobre una muestra de 90.000 personas.Según Willer, el cerebro controla el apetito y regula la balanza energética entre las calorías que el cuerpo gasta y las que almacena.En la obesidad, las variaciones genéticas influenciarían más el cerebro que los procesos digestivos o el metabolismo de las grasas.De esta forma, y al igual que en casos raros de obesidad severa debidos a mutaciones genéticas, el estudio sugiere que en la obesidad común, la mayoría de los genes asociados al aumento de peso actúan a nivel del cerebro, subrayó Ruth Loos, coautora del estudio.EL ESTUDIOEse trabajo fue realizado por cuenta del consorcio Giant, con sede en Estados Unidos y los científicos que lo firman representan a más de 60 instituciones.Sus autores analizaron las variaciones genéticas de más de 30.000 personas de Islandia, Holanda y Estados Unidos y compararon los resultados con los de otras 59.000 personas de Dinamarca y Estados Unidos.Las variaciones halladas afectan a los genes "TMEM18, KCTD15, GNPDA2, SH2B1, MTCH2 y NEGR1".Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), de aquí a 2015, el planeta contará con unos 2.300 millones de adultos con exceso de peso y más de 700 millones de obesos.La falta de ejercicio físico y una alimentación demasiado rica en grasas favorecen el aumento de peso y la obesidad. Sin embargo, los estudios aportan nuevas pruebas del papel de las variaciones genéticas en la predisposición individual a la obesidad, según los investigadores.MUTACIONESLos científicos descubrieron que las personas que tienen esas mutaciones son severamente obesas.Ruth Loos, coautora del estudio explicó que "la mutación genética no sólo ocasiona obesidad severa sino también obesidad común".El estudio insiste en que el cerebro juega un papel en la obesidad más importante de lo pensado.Mark McCarthy, de la Universidad de Oxford, otro de los investigadores, sostuvo que "parece sorprendente que sepamos tan poco acerca de la biología de un problema médico y social tan importante"."Estamos descubriendo que los trastornos comunes tienen causas complejas y sólo con el entendimiento de la biología podemos empezar a hacer intentos racionales para tratar y prevenir enfermedades como la obesidad", acotó McCarthy.Aunque los efectos de las variantes genéticas descubiertas se encuentran en la primera etapa, los especialistas sostuvieron que la investigación podría conducir a futuros estudios para descubrir otros genes más difíciles de detectar que podrían influir en los casos de obesidad. Fuente:Revista Domingo
La identificación de seis nuevos factores de riesgo genético con impacto en el cerebro y que predisponen a la obesidad sugiere que los genes están programados para comer demasiado, según un estudio que acaba de ser publicado por el sitio internet de la revista Nature Genetics."Es significativo que cinco de los seis nuevos genes tienen un impacto en el cerebro ya que eso sugiere que los genes podrían estar sencillamente programados para comer demasiado", señaló Cristen Willer, la científica de la universidad de Michigan (EEUU) que firma en primer lugar el estudio.La Dra. Willer indicó que "ese hallazgo sugiere que la gente simplemente puede estar programada para comer en exceso. Pero en ocasiones, una mutación en genes activos en la región del hipotálamo puede tener consecuencias dramáticas en el aumento de peso".Este último trabajo de investigación identificó seis nuevas mutaciones genéticas y se realizó sobre una muestra de 90.000 personas.Según Willer, el cerebro controla el apetito y regula la balanza energética entre las calorías que el cuerpo gasta y las que almacena.En la obesidad, las variaciones genéticas influenciarían más el cerebro que los procesos digestivos o el metabolismo de las grasas.De esta forma, y al igual que en casos raros de obesidad severa debidos a mutaciones genéticas, el estudio sugiere que en la obesidad común, la mayoría de los genes asociados al aumento de peso actúan a nivel del cerebro, subrayó Ruth Loos, coautora del estudio.EL ESTUDIOEse trabajo fue realizado por cuenta del consorcio Giant, con sede en Estados Unidos y los científicos que lo firman representan a más de 60 instituciones.Sus autores analizaron las variaciones genéticas de más de 30.000 personas de Islandia, Holanda y Estados Unidos y compararon los resultados con los de otras 59.000 personas de Dinamarca y Estados Unidos.Las variaciones halladas afectan a los genes "TMEM18, KCTD15, GNPDA2, SH2B1, MTCH2 y NEGR1".Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), de aquí a 2015, el planeta contará con unos 2.300 millones de adultos con exceso de peso y más de 700 millones de obesos.La falta de ejercicio físico y una alimentación demasiado rica en grasas favorecen el aumento de peso y la obesidad. Sin embargo, los estudios aportan nuevas pruebas del papel de las variaciones genéticas en la predisposición individual a la obesidad, según los investigadores.MUTACIONESLos científicos descubrieron que las personas que tienen esas mutaciones son severamente obesas.Ruth Loos, coautora del estudio explicó que "la mutación genética no sólo ocasiona obesidad severa sino también obesidad común".El estudio insiste en que el cerebro juega un papel en la obesidad más importante de lo pensado.Mark McCarthy, de la Universidad de Oxford, otro de los investigadores, sostuvo que "parece sorprendente que sepamos tan poco acerca de la biología de un problema médico y social tan importante"."Estamos descubriendo que los trastornos comunes tienen causas complejas y sólo con el entendimiento de la biología podemos empezar a hacer intentos racionales para tratar y prevenir enfermedades como la obesidad", acotó McCarthy.Aunque los efectos de las variantes genéticas descubiertas se encuentran en la primera etapa, los especialistas sostuvieron que la investigación podría conducir a futuros estudios para descubrir otros genes más difíciles de detectar que podrían influir en los casos de obesidad. Fuente:Revista Domingo
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