miércoles, 13 de agosto de 2008

Madres de Madres e Hijos de Hijos

Madres de Madres e Hijos de Hijos

Deseamos una humanidad mejor y para muchos, el único medio de participación en el proceso de mejoramiento es “la propia familia”. El tratar de solucionar problemas pasa ser el canal más frecuentado por los padres de hoy, pero no todos los padres se sienten aptos para afrontar las diversidades que la vida le presenta.
El mundo cambió y con él las exigencias, cada vez más vemos una mezcla de roles en la familia tipo. En este ejemplar de “El sendero” vamos encontrar otros aspectos de este mismo fenómeno, por esa razón, me voy a limitar a ser bien específico en el tema en cuestión.
¿Cuántas abuelas hay cuidando sus nietos mientras sus padres trabajan?... ¿Y cuántos de esos niños son fruto de parejas disfuncionales o separadas?
Es en esos casos cuando creemos que tenemos el deber de protegerlos eternamente…, saben por qué? porque en ellos vemos reflejada la NO ELECIÓN de vivir la vida deseada. Es a estos niños a quienes la sensación de SEPARACIÓN y de INDIFERENCIA la tuvieron que vivir desde una muy temprana edad.
El resultado… Padres jóvenes que no logran una madurez consistente, sintiéndose faltos de IGUALDAD, SEGURIDAD y ENTUSIASMO, frente a abuelos sobreprotectores y críticos, que fomentan la sensación de dependencia a toda la cadena posterior.

Colegas en el arte de vivir … les recomiendo que consideren los ideales de “libertad, igualdad y fraternidad” que proponían siglos atrás los padres del capitalismo francés, y de los que hoy, queda casi nada. Acaso se nos olvidó la razón por la cual se construyó todo el sistema, recuerden!!..JAMÁS PEDIMOS VIVIR EN UN CAPITALISMO SALVAJE.
Veo, hablando holísticamente, una desarmonización energética en las familias en el orden del poder, del merecer y de la culpa. Para colaborar, les cuento algo, el camino espiritual es “individual”, y con eso quiero decir que “somos responsables por todo lo que nos pasa”.
Por otro lado, y como parte de la naturaleza humana, sentimos la necesidad de compartir nuestra vida con los demás, es partiendo de ahí que debemos prestar mucha atención en la forma en cómo nos relacionamos en la vida, porque es en ese ámbito dónde se construyen las familias y las sociedades, pero también es en donde materializamos nuestra forma de sentir y pensar. Es decir, es en ese preciso lugar, donde nuestro “ser social” nos puede brindar LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD, aunque es allí mismo donde nos puede llevar a vivir en la DEPENDENCIA, la INFERIORIDAD y el EGOISMO.
Antes de nacer elegimos nuestros padres y el medio donde vivir; luego de nacidos, desde la concepción hasta los 7 años, comenzamos a desarrollar el cuerpo energético. A medida que aprendimos a usar los chacras de supervivencia (raíz, sexual y plexo solar), fuimos cubriendo nuestra esencia con una máscara: el EGO, herramienta estratégica de supervivencia en la tierra.
Según como fue la infancia que nos tocó vivir, así fue la máscara que elegimos para actuar, a su uso lo pagamos con un alto precio, el de olvidar quienes éramos nosotros en realidad, llevándonos a la categoría de simples y previsibles “mamíferos pensantes”, aunque también fue ella quien nos ayudó a sobrevivir en la tierra.
Hoy estamos en un punto de la evolución planetaria donde se nos posibilita abandonar la “vieja máscara” que nos acompañó en innúmeras encarnaciones, renunciando, junto a ella, a ciertos sentimientos que no llevan a actuar como seres HOSTILES, MIEDOSOS y/o CULPABLES.
Padres que pretenden proteger a sus hijos de toda amenaza, anulándole la libertad de aprender con los obstáculos de la vida, ¿no son concientes de que imprimen a las nuevas generaciones un repetido “patrón de comportamiento”?. Que, aunque hecho con “amor”, fue ese mismo patrón el que le hizo perder a la raza humana la sensación de auténtica libertad.
Es por eso que recuerden,
NO SE ES CULPABLE POR SOLTAR LOS HIJOS A LA VIDA!!!
Porque si realmente queremos un mundo lleno de personas LIBRES, EN IGUALDAD y FRATERNAS, permitamos a los seres correr riesgos, que aprendan a caer, a ensuciarse, a lastimarse y a levantarse nuevamente.
Es claro que vale mucho que los acompañemos, respetando los límites de la edad en que transitan, pero para eso debemos aprender que el chacra básico debe y merece RECIBIR, que el chacra sexual debe y merece PRODUCIR Y CREAR, y que el plexo solar, debe y merece COMPARTIR. Con esas consignas estaremos permitiendo surgir una nueva etapa de la humanidad donde, “PADRES son PADRES”, “HIJOS son HIJOS” y “ABUELOS son ABUELOS”, principalmente porque cada uno tiene la capacidad de vivir plenamente sin DEPENDENCIA física, emocional y espiritual, disfrutando de la apertura del corazón y la conexión con un universo amoroso.

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